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lunes, 27 de agosto de 2012

"Vivo de la trova y vivo por ella"

Por: León Felipe Duque S.

Hace 11 años Edwin Jair Giraldo, más conocido en el mundo de la trova como 'Radioloco', dejo San Luis (Antioquia) para buscar un mejor futuro en España. Sus credenciales de Rey Nacional de la Trova en 1999 y de amante de la improvisación le sirvieron para radicarse en este país europeo y difundir nuestra tradición antioqueña, no sólo allí, sino en diversos países y festivales internacionales. En su paso por Colombia, y mientras participaba en el Festival Nacional de la Trova y el Festival Nacional de la Trova Ciudad de Medellín, habló con TrovAntioquia.

León Felipe Duque: ¿Por qué se fue para España?
Edwin Jair Giraldo: Yo sabía que allá había unos eventos de improvisación muy buenos y, además, también quería salir, conocer y ganar algo de dinero.

L.F.D.: ¿Ha conseguido eso?
E.J.G.: Salir y conocer lo logré, ir a los festivales lo logré, conseguir dinero... como que difícil… (risas). Pero gracias a Dios vivo de la trova y es un don que trato de llevarlo con la mayor dignidad del mundo. En el campo de la improvisación he logrado lo que he querido, yo nunca había querido ser el mayor exponente, simplemente quería llevar nuestra forma de improvisar a otras regiones donde no la conocían. No seré el mejor pero lo que sí sé es que hago las cosas lo mejor que puedo.

L.F.D.: ¿A qué vino por esta época de festivales y de Feria?
E.J.G.: Yo vengo a visitar a mi familia, pero por añadidura me encontré con los dos festivales más importantes de la trova antioqueña, participé en ellos y también vine dispuesto a participar en cualquier festival al que me inviten.

L.F.D.: ¿Qué  impresión se lleva de estos festivales?
E.J.G.: Estoy en parte muy decepcionado porque en los viejos tiempos se respetaba al viejo y ahora se sube cualquier culicaga’o a insultar a un viejo y eso les parece fenomenal. Y no puede ser así, a un señor como Mario Tierra no puede subírsele a la tarima un muchacho a decirle "viejo asqueroso, usted está en declive", ¡no! Al contrario, hay que exaltarlo, porque si la trova ha llegado hasta nosotros ha sido por esos cultores del verso.

L.F.D.: El Festival Nacional de la Trova Ciudad de Medellín, a pesar de ser un festival relativamente nuevo, se ha consolidado muy rápidamente. ¿Qué opinión le merece esto?
E.J.G.: Sí, lleva ocho años pero con un paso muy firme, y ahí hay que abonarle el aporte a Germán Carvajal que fue quien lo inició, un trovador que marcó un hito en la improvisación y con el que todos nos sentimos identificados. El Festival  Ciudad de Medellín es muy claro, los organizadores se sientan con uno y le explican de qué manera se va a calificar y, además, el jurado da el porqué de su veredicto, algo muy importante.

L.F.D.: Este festival implementó una serie de variantes técnicas —el ratonéo, el pie forzado y el agotarrima— a las que no estábamos acostumbrados en la trova antioqueña, ¿usted cree que esto es positivo?
E.J.G.: Son técnicas nuevas para nosotros porque en el concierto internacional ya se han utilizado. En concursos de improvisación en Europa y Latinoamérica, en los que he tenido la fortuna de participar, al pie forzado se le conoce como pie de verso y al ratonéo como media letra. Estas técnicas le aportan mucho a la trova antioqueña. Muchas veces nos acostumbramos a lo mismo, pero si nos quedamos en lo mismo esta tradición va a ser caduca y aburridora, será algo que va a pasar y la gente nueva va a desechar. En cambio, si le inyectamos cosas nuevas, podemos seguir edificando esta tradición.

L.F.D.: ¿Cómo es la participación de la trova antioqueña en esos festivales internacionales de poesía oral improvisada?
E.J.G.: En algunos países a los que yo he ido nunca había estado un colombiano llevando la trova antioqueña. Por ejemplo en Chile, en Casablanca, que es el segundo festival más importante en el mundo de la improvisación, nunca había estado presente la trova antioqueña. Yo creo que hay que difundirla más, llevarla, no interesa que sea o no el mejor quien la lleve, sino que sienta con orgullo llevar esto. Es como una bandera, no la lleva el más bonito, lo importante es llevarla con dignidad y con altura.

L.F.D.: Usted que ha participado en tantos festivales internacionales, ¿qué cree que le puede faltar a la trova antioqueña?.
E.J.G.: Yo creo que no nos falta nada, tenemos todo pero a veces no lo explotamos. Nosotros creemos que malicia indígena es salirnos por la tangente con cualquier barrabasada y nos reímos de eso, pero cuando es serio es serio, no podemos ridiculizar lo que empezó serio y volverlo jocoso. Para mí, hablando desde el punto de vista de lo que he vivido, hay que seguir un hilo. A parte de eso, creo que tenemos fluidez y tenemos inmediatez, a nivel latinoamericano y mundial creo que somos los más rápidos. Pero no somos los mejores trovadores, nos tenemos que bajar de esa nube, nos falta mucho por aprender.

L.F.D.: ¿Ahora que terminaron los festivales usted vuelve a España?
E.J.G.: Sí, lastimosamente. Y digo lastimosamente porque en estos momentos estamos pasando por una situación muy dura allá. Después de tantos años en España siento que el corazón está compartido, siento esa tierra como mía y en estos momentos la situación económica está muy difícil. Pero tengo que ir a luchar, a seguir trabajando, la labor mía ha sido llevar la trova antioqueña, mostrar lo que hacemos.

L.F.D: ¿Y a Colombia cuándo regresa?
E.J.G.: Si Dios me lo permite volveré a final de año y ojalá para siempre, porque la cosa está muy difícil y yo allá sobrevivo simplemente, trabajo de la trova antioqueña y vivo de ella. Es más, vivo de la trova y vivo por ella. 

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